Encabezado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, quien destacó el espíritu de diálogo y la necesidad de consensos para refundar la Argentina. Se da en un marco de reclamo de gobernadores por falta de fondos y coparticipación

En un clima de diálogo y con presencia multisectorial, el Consejo de Mayo comenzó a funcionar oficialmente este martes 24 de junio en la Casa Rosada, con el objetivo de convertir en legislación concreta los 10 puntos fundacionales del Pacto de Mayo, firmados el 9 de julio de 2024 en Tucumán.
El encuentro fue presidido por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, quien asumió formalmente como presidente del Consejo. Estuvieron presentes representantes del Gobierno nacional, de las provincias, del Congreso, del sector empresarial y de los sindicatos.
Entre los asistentes destacados se encontraron Federico Sturzenegger (Desregulación del Estado), el gobernador Alfredo Cornejo (Mendoza), los legisladores Carolina Losada (senado) y Cristian Ritondo (diputados), el sindicalista Gerardo Martínez (UOCRA), y el empresario Martín Rappallini (Unión Industrial Argentina) UIA, entre otros.
Aunque fue una reunión de instalación, se acordó un calendario de trabajo mensual hasta diciembre, y la creación de comisiones para abordar cada uno de los ejes del Pacto, que incluyen reformas fiscales, laborales, educativas y de desburocratización estatal.
“El Consejo es un espacio de consenso para generar las herramientas legales necesarias para que el país salga adelante. Todos los sectores tienen que aportar”, expresó Francos durante la jornada.
Desde el sector sindical, Martínez valoró la apertura del Gobierno, pero advirtió que “los derechos laborales no son negociables”, en referencia a posibles reformas que se debatirán en las próximas semanas.
Por su parte, Sturzenegger destacó que el Consejo “no es un espacio para imponer, sino para construir acuerdos”, y planteó que las propuestas deberán traducirse en proyectos legislativos antes de fin de año.
La reunión se da en medio de tensiones políticas con algunos sectores opositores que no asistieron al encuentro, y en un contexto económico desafiante. Sin embargo, el Gobierno apuesta a que el Consejo de Mayo sea el puente institucional para impulsar su programa de reformas estructurales.